Debate en el Consejo de Seguridad
Mike Pence pide al embajador del país sudamericano ante la ONU volver a Caracas y decirle a Maduro que
llegó la hora de que se vaya
Nueva York. Venezuela, afectada nuevamente por un apagón
masivo, es víctima de un plan de destrucción económica impulsado por
Estados Unidos y Reino Unido para causar una implosión social y
justificar una intervención militar, denunció este miércoles el
embajador Samuel Moncada ante el Consejo de Seguridad de la Organización
de las Naciones Unidas (ONU).
Desde Caracas, el presidente Nicolás Maduro anunció un acuerdo con el
Comité Internacional de la Cruz Roja para llevar ayuda humanitaria a
Venezuela,
sin politiquería, por los caminos de la legalidad y el respeto.
Al analizar el Consejo de Seguridad por tercera vez en el año la
crisis venezolana, a petición de Washington, Moncada acusó que Estados
Unidos
también nos ha amenazado con la guerra: todas las opciones están sobre la mesa. ¿Sobre qué base legal puede un país amenazar a otro con la guerra aquí, alrededor de esta sala?
El embajador apremió a la ONU a abordar la amenaza sobre una posible
intervención militar en Venezuela y señaló que 54 de 193 miembros del
organismo multilateral apoyan las hostilidades de Estados Unidos contra
el gobierno bolivariano.
Horas antes, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, pidió
que se reconozca a Juan Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional de
Venezuela, como
presidente legítimo, exigió la salida del gobernante Nicolás Maduro y solicitó el retiro de las credenciales a los diplomáticos venezolanos ante la ONU.
El momento más tenso de la sesión fue cuando Pence se dirigió a Moncada directamente y le dijo:
Con todo respeto, señor embajador, usted no debería estar aquí. Usted debería regresar a Venezuela y decirle a Maduro que llegó su hora, que es tiempo de que se vaya.
El representante venezolano sólo sonrió y negó con la cabeza ante los señalamientos. Al tomar la palabra, expresó:
No aceptamos ninguna doctrina racista, supremacista, que quieran imponernos. No somos los subordinados de nadie, mucho menos del gobierno imperialista de Donald Trump y su representante Pence.
Mark Lowcock, subsecretario general de Asuntos Humanitarios y
coordinador de Ayuda de Emergencia de la ONU, sostuvo al inicio de la
reunión que 7 millones de personas en Venezuela necesitan asistencia, lo
que representa 25 por ciento de la población. Señaló que hay gente
necesitada en todo el país sudamericano, pero sobre todo en el sur y los
estados de Zulia y Lara, en el oeste.
Al terminar la sesión, Pence arremetió contra Rusia e Irán –aliados
de Venezuela–, y aseguró que el ejército cubano entrena y apoya a la
policía secreta bolivariana, mientras su gobierno se esfuerza en enviar
ayuda humanitaria para el país petrolero.
Destacó que Estados Unidos circula una resolución para que el Consejo
de Seguridad reconozca a Guaidó como presidente legítimo y pidió a sus
miembros que voten en favor del documento, mismo que se pasó entre los
asistentes antes de iniciar la sesión, por lo que la acción fue
criticada.
Vassily Nebenzia, embajador de Rusia ante el organismo, acusó a
Estados Unidos de provocar una crisis artificial para expulsar a Maduro y
remplazarlo
con su propio peón. Llamó a Washington a respetar el derecho del pueblo venezolano a decidir su futuro de manera soberana y consideró que la crisis en el país petrolero no amenaza la seguridad mundial.
En su turno, Ma Zhaoxu, representante permanente de China, afirmó que
su gobierno rechaza una intervención militar en territorio venezolano,
exhortó a suspender las sanciones unilaterales contra Caracas y aseguró
que se le enviará asistencia humanitaria sin condiciones.
En otro orden, Jorge Rodríguez, ministro de Comunicación e
Información de Venezuela, anunció que el servicio eléctrico fue
restituido en todo el país, aunque aún hay cortes programados, tras un
apagón que ocurrió cerca de la medianoche del pasado martes.
En este contexto, un vocero del Fondo Monetario Internacional (FMI)
confirmó a la agencia de noticias Afp que Venezuela no puede acceder a
ningún programa o retirar sus reservas dentro de esta institución, hasta
que sus estados miembros aclaren a cuál gobierno reconocen.
Cualquier compromiso del FMI con Venezuela, incluida la respuesta a posibles solicitudes de transacciones financieras, se basa en el tema de la aclaración del reconocimiento del gobierno, apuntó.
Sputnik, Afp, Ap, Xinhua y Reuters
Periódico La Jornada
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