La Habana, 7 feb (PL) Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) defendieron en esta capital la justeza de su causa y ratificaron su compromiso con los campesinos de ese país sudamericano.
FARC-EP defiende plan para enfrentar el narcotráfico
FARC-EP por desmilitarización de política antidrogas
FARC-EP descarta cese el fuego unilateral por comicios legislativos
Continúan FARC-EP y gobierno colombiano diálogos de paz en Cuba
Ver imágenes en FotosPL
En diálogo con Prensa Latina, el comandante Ricardo Téllez -integrante de la delegación insurgente que desde fines de 2012 dialoga en La Habana con representantes del gobierno colombiano- aseguró que avanzan las conversaciones de paz, aunque con la inevitable cautela determinada por más de medio siglo de conflicto y el actual contexto político.
Acordados ya buena parte de los dos primeros puntos que componen una hoja de ruta de seis en la mesa de diálogos, las FARC-EP apuestan por proteger, por blindar el proceso de paz, aseguró.
Por ello, se mantienen -según Téllez -a la expectativa en torno a temas como el reciente affaire develado por la revista Semana sobre el espionaje dentro del Ejército a miembros de la comitiva negociadora gubernamental o como las cercanas elecciones presidenciales en Colombia.
Asimismo, señaló el delegado que observan con preocupación el proceso de extranjerización de la tierra y el subsuelo colombianos y se mantienen atentos a las derivaciones del previsible interés de Estados Unidos en el tema relativo a las drogas ilícitas incluido en la agenda de pláticas que se lleva adelante en aquí.
En tal contexto, Téllez reivindicó el carácter revolucionario de su causa, sostenida por una "guerra justa" en la que -reconoció- se han cometido errores que han afectado incluso a población civil.
Lamentó que a las FARC-EP se les haya endilgado desde los centros de poder mediático la etiqueta de "narcoguerrilla", cuando fueron las políticas neoliberales las que sacaron de circulación muchos cultivos tradicionales y otros los intereses que empujaron a los campesinos al cultivo de coca.
"Tiene razón en odiarnos la gente que está desinformada", razonó Téllez tras referirse a la "mala prensa" que se ha hecho desde hace décadas a su organización.
"Para nosotros lo importante es la defensa del campesino", estableció Téllez antes de plantear otro de los costados del poliedro de argumentos de las FARC-EP en La Habana: "Y el Plan Colombia (sustentado en la militarización del país por parte de Estados Unidos) le ha hecho mucho mal al país", sostuvo.
Tras más de 14 meses de parlamentos en Cuba, las FARC-EP no renuncia -de acuerdo con el representante guerrillero- a sus criterios sobre la importancia en el contexto colombiano de las consultas a las comunidades antes de emprender megaproyectos mineros o hidroeléctricos.
Igualmente, Téllez reiteró la apuesta guerrillera por "salirse del círculo vicioso impuesto por la política norteamericana y asumir una postura soberana" en el asunto del narcotráfico y por ampliar internacionalmente -a través de Naciones Unidas- el alcance de las estrategias para detener ese flagelo.
En todo caso, el guerrillero opinó que "esa guerra no se pierde en las selvas del Putumayo, sino en las calles de Manhattan".
Por otra parte, Téllez manifestó la voluntad para profundizar el acercamiento con la otra gran fuerza guerrillera de las recientes décadas en Colombia: el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Sobre un eventual diálogo entre el gobierno bogotano y el ELN, indicó que las FARC-EP no descartan confluir cuando la situación sea propicia.
Téllez lamentó el pasado de desencuentros y "enfrentamientos estúpidos" entre las dos fuerzas -y otras, pues en Colombia llegaron a convivir hasta siete organizaciones guerrilleras- cuando debió prevalecer la unidad basada en los intereses comunes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario