Pedro Echeverría V.
1. No recuerdo cómo contacté -¿o fueron ellos los que me localizaron en la ciudad de México?- a los periodistas Hilda Venegas, luego a Sergio Pochon, hace por lo menos 10 años. Ellos –jóvenes periodistas de la izquierda latinoamericana laborando desde hace mucho tiempo en la Universidad Guelph de Ontario, Canadá- llevan organizando desde hace dos décadas este encuentro: “La Maratón Radiofónica de "24 horas de Programación en español". Se realizará como es costumbre, en los estudios de CFRU 93.3 FM ubicado en el Campus de la Universidad de Guelph; este año los días Sábado 12 de octubre, de 6 de la tarde a 12 de la noche y Domingo 13 de octubre, de 6 de la mañana a 12 de la noche.
2. Por mi interés, pero seguramente más por la amistad con ellos, he logrado colarme como comentarista varios años, junto con personajes de América Latina de alto nivel. Los compañeros cuyas actividades periodísticas son amplias e interesantes, no han dejado de preocuparse por el estado que guardan en México y en el mundo las radios públicas y radios comunitarias; al mismo tiempo se han interesado por los análisis y las polémicas que se desarrollan en América Latina y el mundo acerca del papel que juegan los EEUU y las transnacionales en los procesos de cambio y estancamiento que vivimos en la región. Me pregunto siempre: ¿Podrán las radios que cuentan con poca fuerza económica superar a las que cuentan con respaldos millonarios?
3. Uno de mis ensayos realizados hace 12 años, cuando estudiaba el doctorado de Ciencias de la Información en La Laguna, Tenerife, España, fue un panorama histórico de la radio en México. La realidad es que desde entonces era ya muy “pesimista” o ¿realista? en cuando a la casi imposibilidad de competir con el gran capital, sobre todo con los grandes monopolios de Televisa, TV Azteca, Tele Fórmula y demás magnates que controlan los medios de información electrónicos; es decir, mientras nuestros pobres radios abarcan una o diez comunidades dando informaciones concretas y al nivel de nuestros pueblos, aquellos monopolios abarcan 10 mil veces más territorios y habitantes. Sin embargo nunca hay que dejar de luchar; pero hay que ser realistas.
4. Los medios de información, señalan los especialistas, ya no son “el cuarto poder” como se decía hace 30 años. Antes dependían del gran poder político y económico porque ellos les ordenaban y pagaban; hoy son los medios son primer poder; están por encima de todos los políticos (el Ejecutivo, Legislativo y Judicial) y todos los empresarios que tienen que anunciarse para producir y vender. Hoy los medios de información tienen el descaro de decir que “si no sales en la tele no existes”. Obvio se lo dicen a los poderosos que no pueden vivir sin los medios; pero los campesinos, los obreros, los sectores populares, los luchadores sociales honestos, tan existen sin salir en la Tele que cuando paralizan a la ciudad esos medios no dejan de estar temerosos y llorar.
5. La batalla contra los consorcios y monopolios de la TV, radio y gran prensa no pueden parar. Necesitamos gobiernos comunitarios fuertes que no se dejen dominar por el gran capital y defiendan los derechos del pueblo. Pero, ¿cómo podemos hacerlo? Y esa y muchas más, son las preguntas que se hacen en ese Maratón anual de la radio: ¿Cómo lograr que los pueblos organizados tengan sus propios medios de comunicación, que ellos decidan sobre sus planes y programas evitando que los monopolios se impongan? Por ello la participación a las que nos llaman Sergio e Hilda o Hilda y Sergio, es importante. Y aunque la presión que en el momento se hace no sea determinante, crea sin duda mucha conciencia que a la larga será determinante.
http://pedroecheverriav.wordpress.com
pedroe@cablered.net.mx
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