La propuesta para que Cuba acuda a la próxima Cumbre de las Américas, el escenario en el que Estados Unidos se encuentra con América Latina, agita la cita prevista para abril en Cartagena (Colombia), por la amenaza de boicot si la isla no es invitada.
La cuestión de Cuba se perfila como uno de los temas difíciles de la cumbre, que reúne a los mandatarios de los países de la Organización de Estados Americanos (OEA), y por ello Colombia insiste en buscar una solución diplomática al asunto.
La canciller María Angela Holguín estuvo esta semana en La Habana, donde trató de desactivar una eventual crisis. Allí, el presidente Raúl Castro le confirmó que “obviamente” tendría interés en participar de la cumbre.
Pero Bogotá considera que una invitación a Cuba, que nunca ha participado de estas cumbres, debe producirse por un consenso entre todos los países que asisten.
Y sobre todo ha pedido discreción. “Vamos a ser anfitriones de la Cumbre de las Américas. Esperamos que esta liebre que nos saltó en estos últimos días la podamos domar y podamos resolver el impasse que hay ahí sobre la asistencia de unos y otros. Eso debe hacerse no a través de los medios de comunicación, sino por las vías diplomáticas”, dijo el pasado viernes el presidente colombiano Juan Manuel Santos.
La discusión surgió después de que el presidente ecuatoriano Rafael Correa propusiera a sus homólogos en la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) no acudir a Cartagena en caso de que Cuba no sea invitada.
Su canciller Ricardo Patiño insistió el jueves en pedir a Bogotá que extienda esa invitación, al argumentar que la Cumbre de las Américas “no es un organismo institucional de la OEA”, de la cual Cuba fue suspendida en 1962, aunque esa restricción se levantó en 2009, sino una cita “política”, por lo que “es inadmisible” que la isla no sea invitada.
Washington reaccionó casi enseguida. “Nuestro punto de vista sobre la posición de Cuba respecto a la Cumbre de las Américas no ha cambiado y no creemos que la postura de las naciones de la Cumbre deba cambiar tampoco”, señaló la portavoz del departamento de Estado, Victoria Nuland.
Suspendida de la OEA en 1962, en plena guerra fría, la participación de Cuba ya había sido planteada en la pasada Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago, y una reunión del organismo hemisférico realizada poco después en Honduras decidió levantar esa restricción a la isla.
Un funcionario colombiano dijo: “Correa es impulsivo. Cuando algo le parece injusto, querría poder cambiarlo todo de inmediato, pero la diplomacia no funciona así”, señaló.
En cambio, la ausencia de Obama debido a esta situación no está contemplada. El presidente estadounidense, que busca la reelección, vendrá a Cartagena porque “necesita del voto latino”, destacó el funcionario.
AFP
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