El gobierno afirma que la obra, a cargo de la estatal Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), reducirá el costo del consumo, pero también ocasionará graves daños ecológicos y afectará acuíferos, cavernas y afluentes subterráneos, de acuerdo con los geólogos.
Los opositores al proyecto no rechazan la utilización del gas natural para generar electricidad ante los elevados costos del petróleo, aunque apuntan que el diseño constructivo provocará excesivo costo ecológico, económico y de seguridad.
El liderazgo del Partido Independentista Puertorriqueño condenó la obra, porque considera que su objetivo solo favorecerá a los "bonistas" de Wall Street.
Al respecto el gobernador puertorriqueño Luis Fortuño precisó que el "sector petrolero" financia a los opositores del gasoducto.
El director ejecutivo de AEE, Miguel Cordero, aseguró que "Vía Verde", el nombre con que bautizaron al ducto, cumplirá con los requisitos de protección ambiental y de seguridad máxima durante su construcción y operación.
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