Por Mario Hubert Garrido
La Paz, 16 abr (PL) Un diálogo convocado varias veces por Palacio Quemado, pero sin prosperar debido al rechazo de algunos líderes de la Central Obrera Boliviana (COB), intransigentes en sus demandas, signó la semana que concluye hoy.
De acuerdo con el ministro de la Presidencia, Oscar Coca, se aprecia falta de seriedad en los sindicatos pues primero pidieron esas pláticas para analizar el tema del incremento salarial y tras 18 horas de conversaciones ininterrumpidas, rechazaron el preacuerdo alcanzado.
Coca señaló que por su parte, la máxima autoridad de la COB, Pedro Montes, manifestó estar dispuesto a firmar y ahora pretenden un replanteo de la discusión con otros argumentos.
Además Coca recordó que el jueves último, una comisión ministerial convocó a una reunión, a la cual los dirigentes sindicales no asistieron.
En ese sentido, lamentó la ambivalencia de la COB, pues por un lado solicita el diálogo y por el otro efectúa manifestaciones violentas que amedrentan a la población, sobre todo en la ciudad de La Paz, sede del Ejecutivo y el Legislativo.
El funcionario apuntó que si se diera curso a la demanda de incremento salarial de 15 por ciento solicitada por esa organización, el país dejaría de construir escuelas, hospitales y se afectarían planes de desarrollo productivo, encaminados a las generación de empleos.
También precisó que solo las regiones de Santa Cruz y Tarija, de nueve que tiene Bolivia, podrían asimilar tal aumento, por lo que consideró injusto sacrificar inversiones nacionales para efectuar incrementos salariales en unos pocos sectores.
Para otros representantes del gobierno, como el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, César Navarro, las manifestaciones de los últimos ocho días responden a pugnas internas entre sus líderes por ganar espacio dentro de la COB, de cara al venidero XV congreso, el 1 de mayo en Cochabamba.
También en la semana el presidente Evo Morales se comprometió a ampliar la ayuda económica que distribuye desde 2006 entre escolares en forma del llamado bono Juancito Pinto, un niño héroe de la Guerra del Pacífico (1879).
Durante su visita al departamento de Tarija (sur), en ocasión del aniversario 194 de su fundación, Morales explicó que mediante ese bono se reparte un monto per cápita de 200 bolivianos (unos 28 dólares) a más de dos millones de estudiantes entre primero y octavo grado de primaria con el objetivo de disminuir la deserción escolar.
Morales apuntó que esa ayuda beneficia principalmente a las familias con menos recursos, muchas de las cuales viven en las zonas rurales.
Según datos oficiales, el gobierno boliviano también creó el Bono Juana Azurduy de Padilla, el cual beneficia a madres gestantes y a infantes menores de dos años para reducir la mortalidad materna-infantil.
Por otra parte, en esta semana el gobierno anunció que hasta finales de este año logrará la cobertura de acceso al agua potable establecida en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
El director del Fondo Nacional de Inversión Productiva y Social (FPS), Vladimir Sánchez, precisó que uno de los puntos de esa estrategia establece lograr una cobertura del 78,5 por ciento hasta 2015, y el país andino está cerca del 77,5. Sánchez explicó que para lograrlo trabajan desde el Gobierno en el cumplimiento de los derechos universales, como el acceso al vital líquido, establecido en la Constitución Política del Estado (CPE).
Por su parte, la ministra de Planificación de Desarrollo, Viviana Caro, comunicó recientemente que más de 300 municipios rurales de Bolivia se beneficiarán gracias a la apertura del programa gubernamental denominado, "Más inversión para el agua, Mi agua".
Caro explicó que desembolsarán este año 100 millones de dólares con el objetivo de ejecutar proyectos de agua potable y riego en los municipios de esa área.
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