Los mismos medios señalan que las evacuaciones hacia el Estado de la Florida se cancelaron desde el pasado miércoles cuando su gobernación solicitó apoyo federal para pagar por la atención médica de los haitianos que habían recibido hasta ese día.
Otras regiones de Estados Unidos que atendieron también a pacientes de Haití tomaron la misma determinación de no recibir a más heridos hasta confirmar quién costeará los gastos de los servicios médicos.
Pese a que fuentes no confirmadas dieron a conocer que la decisión se revertió, no debemos olvidar que el presidente estadounidense, Barack Obama, prometió destinar 100 millones de dólares de ayuda al desvastado Haití. Esto contradice igualmente el hecho de que miles de efectivos de las fuerzas militares estadounidenses ocuparon Haití tras el terremoto pasado. ¿Acaso el dinero prometido como ayuda humanitaria solo fue para el traslado y mantenimiento de la invasión norteamericana?
Ahora se habla de la suspensión de la ayuda médica, pero de la retirada de las tropas militares ni se habla, independientemente de lo que pueda costar al contribuyente estadounidense.
Para un sistema social capitalista como el del país más poderoso del mundo, “business is business”: negocio es negocio y la salud es uno de ellos.
Sin embargo, Cuba –un país subdesarrollado con recursos humanos como riqueza- desde 1998 mantiene una colaboración sostenida y gratuita con el hermano pueblo haitiano.
Esta ayuda solidaria que abarca varias ramas de la economía y la salud, también se extiende a la formación de profesionales.
Una de las más fuertes contribuciones de Cuba es en el campo de la salud y fueron precisamente los colaboradores de la Brigada Médica Cubana los primeros en socorrer a los haitianos cuando ocurrió el terremoto del pasado 12 de enero.
A 20 días de la catástrofe los médicos cubanos, a los que se sumaron galenos haitianos graduados en medicina en Cuba, habían atendido a más de 50 mil pacientes y realizado más de tres mil 400 intervenciones quirúrgicas. A la tarea de salvar vidas se le sumó la realización de 280 partos, de estos 183 cesáreas, la mayoría en condiciones de hospital de campaña.
Pasada la situación de emergencia para algunas naciones que hicieron su contribución para ayudar al pueblo haitiano, Cuba considera que ahora se trata de dar la batalla para evitar las epidemias que suelen emerger tras una catástrofe como la que golpeó a Haití.
Con campañas de vacunación y de lucha epidemiológica los colaboradores de la salud de Cuba continúan luchando por la vida del pueblo haitiano.
Como diría un colega de la televisión cubana, saque usted sus propias conclusiones: business o ayuda humanitaria.
AUDIOS
RHC -DESDE HAITI
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