Montevideo,
7 nov (PL) La vigencia y el futuro del Mercado Común del Sur
(Mercosur), creado en 1991 mediante el Tratado de Asunción, cobró
especial interés en Uruguay, sede de su Secretaría, cuya Presidencia
debe asumir en diciembre próximo. La presidencia del Consejo del
Mercosur, según el Artículo 12 del Tratado, establece que ésta se
ejercerá de forma rotativa de los países miembros, por orden
alfabético, cada seis meses.Brasil ostenta actualmente la presidencia, la que deberá ceder el próximo siete de a Uruguay, ya que Paraguay quedó suspendido en junio pasado del mecanismo de integración, también conformado por Argentina, tras el golpe de Estado contra el presidente Fernando Lugo.
En la venidera Cumbre de Brasilia, también deberá ingresar formalmente al bloque Venezuela, que -según el mismo Tratadoâ�" asumirá su presidencia en julio del 2013.
El actual régimen paraguayo ha protestado por su exclusión y critica que Uruguay asuma la presidencia en su lugar.
Al respecto, el vicecanciller uruguayo Roberto Conde reivindicó el derecho legítimo de su país de asumir la presidencia pro témpore del Mercosur: "no vemos ninguna incompatibilidad", dijo a medios locales. Las eventuales ventajas y desventajas de que Uruguay sigue como miembro activo del Mercosur acaba de ser analizado en un seminario por los últimos cuatro presidentes uruguayos, quienes manifestaron sus respectivos -y diferentesâ�" puntos de vista.
El encuentro, denominado "¿Mercosur sí o Mercosur no?", reunió a Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000), Luis Alberto Lacalle (1990-1995), Jorge Batlle (2000-2005) y Tabaré Vázquez (2005-2010).
Vázquez, líder del gobernante Frente Amplio, ratificó su apoyo al Mercosur, pero aclaró que este debe ser "sustancialmente mejor, dentro de lo razonablemente posible".
Batlle, del Partido Colorado (PC), opinó que Uruguay "ya no necesita del Mercosur para sus productos y su inserción en el mundo", Sanguinetti, también del PC, abogó por una inserción internacional fuera del bloque y Lacalle (Partido Nacional), subrayó el "fracaso" del bloque.
Por todo esto, opinan expertos en integración regional, la venidera cumbre de Brasilia podría tener un especial significado, más allá de las fronteras de los actuales integrantes del bloque.
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