PG/La Radio del Sur
El desmovilizado jefe paramilitar Salvatore Mancuso fue condenado
este miércoles a 24 años de prisión por la masacre de Mapiripán, cuando
unos 80 miembros de las Autodefensas Campesinas de Canare mataron a al
menos 49 personas.
El excomandante paramilitar, quien se encuentra recluido en una
cárcel de Estados Unidos,fue hallado responsable de los delitos de
homicidio agravado, terrorismo y concierto para delinquir. El fallo fue
proferido por un Juzgado de la ciudad de Villavicencio (centro).
El corresponsal de teleSUR en Colombia, Luis Alfonso Mena informó
que “se considera, de acuerdo con juristas, que la pena dictada por un
juez de Colombia es subsidiaria, porqueprimero tendría que pagar la
condena en EE.UU. para luego cumplir la condena que se le acaba de
dictar” en la nación suramericana.
El pasado lunes, por estos mismos hechos, Héctor Germán Buitrago
Parada, alias “Martín Llanos”, quien lideró el grupo paramilitar
Casanare, aceptó su responsabilidad en los delitos de homicidio
agravado en concurso homogéneo y simultáneo, secuestro agravado y
terrorismo.
La masacre de Mapiripán fue perpetrada entre el 15 y el 20 de julio
de 1997 por unos 80 miembros de las Autodefensas Campesinas de Canare
quienes mataron al menos a 49 personas, aunque no se ha confirmado el
número de víctimas porque muchos de los cuerpos fueron descuartizados y
arrojados a un río.
Durante 5 días con sus noches los habitantes estuvieron a la merced
de los criminales, cinturones militares evitaban la salida, las casas
eran allanadas, buscando papeles, libros o cualquier elemento que
involucrara a sus moradores con la guerrilla, ya estableciendo quienes
habitaban, con una “lista negra” previamente elaborada antes de la
incursión,capturaban, torturaban, desmembraban, desvisceraban y
degollaban a sus víctimas, muchos de los infortunados terminaron
arrastrados por el caudaloso río Guaviare, así fueron eliminando las
pruebas los victimarios.
Las autoridades informaron que fueron asesinadas al menos 49
habitantes y cientos de personas más salieron de la población
desplazados.
Según confesaron hace tiempo a las autoridades los ex jefes
paramilitares Hébert Veloza y Salvatore Mancuso, la incursión fue
ordenada como represalia contra una población que “colaboraba con la
guerrilla”.
En 2005, la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al
Estado colombiano porque el Ejército no protegió a la población civil
en Mapiripán y ordenó el pago de indemnizaciones a las víctimas.
Los grupos paramilitares colombianos, organizaciones armadas de
extrema derecha toleradas por el Estado, mataron a muchas personas a
las que consideraban sospechosas de apoyar a grupos de izquierda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario