16 de octubre de 2012, 03:49Por Yurién Portelles
Quito,
16 oct (PL) Los comicios presidenciales previstos en Ecuador para el 17
de febrero de 2013 comienzan a delinear desde ya el escenario con vista
al ejercicio democrático, cuya convocatoria oficial se realizará en las
próximas horas.
A medida que avanzan los días se definen estrategias y
perfilan alianzas políticas para enfrentarse en mejores condiciones en
las urnas, con la alerta de que el eventual candidato del gubernamental
Movimiento Alianza PAÍS, Rafael Correa, acapara un respaldo popular
importante.
El lema de Los tres mosqueteros, novela de
Alejandro Dumas, de "Uno para todos y todos para uno" parece dominar el
horizonte poco a poco, a partir de que agrupaciones distantes hasta
ahora pretendan acercarse para derrotar al que pareciera ser el único
candidato.
Los ataques se hacen presentes y las campañas sucias
asoman la punta como iceberg, cuando faltan apenas 24 horas para que el
Consejo Nacional Electoral (CNE) haga el disparo de salida para la
carrera por la presidencia, la vicepresidencia y la Asamblea Nacional.
Vuelven a resonar nombres ya conocidos en el ambiente electoral
contemporáneo de este país como el del empresario bananero Álvaro
Noboa, quien se lanzará por quinta vez, ahora en medio de un escándalo
por deudas pendientes con el Estado, y también el expresidente Lucio
Gutiérrez.
Desde el exilio, el exmandatario Abdalá Bucaram
estaría dispuesto a postularse por el Partido Roldosista Ecuatoriano,
al tiempo que el exbanquero Guillermo Lasso lo hará por Creando
Oportunidades (CREO) y el Alberto Acosta, exconstituyente, por la
llamada Coordinadora Plurinacional de Izquierdas.
La prensa
publica declaraciones que atribuyen al consejero del CNE, Paúl Salazar,
respecto a la posibilidad de que Bucaram y Noboa puedan postularse a la
Presidencia, aún cuando pesan en su contra investigaciones judiciales.
Salazar aclara que la norma no dejaría fuera a alguien, cuyo juicio no
haya concluido en una condena, sin embargo se afirma que esa decisión
dependerá de análisis posteriores que realice la autoridad electoral.
El panorama hace temer una contienda dura y compleja para unos y otros
en ambos extremos de la política ecuatoriana, tal como lo han advertido
el presidente Correa, el canciller Ricardo Patiño, la asambleísta María
Augusta Calle y analistas políticos.
A grandes rasgos coinciden
en que la manipulación mediática registrada durante el proceso
electoral venezolano es una alerta para los ciudadanos de este país,
donde, aseguran, los enemigos apelarán a todo tipo de maniobra para
ganar el poder y deslegitimar la votación.
La reciente revisión
del ciento por ciento de las nóminas entregadas por los partidos
políticos para registrarse ante el CNE se constituyó en un primer paso
para garantizar la transparencia de las elecciones, con la presencia de
observadores y grafólogos nacionales y extranjeros.
Tras
despojarse del fraude por la falsificación de datos y firmas de los
afiliados a las agrupaciones políticas, solo 11 de las 28 de carácter
nacional existentes lograron clasificar para nominar candidatos a la
liza.
Otras 17 no clasificaron, de las cuales unas siete
apelaron a la decisión del ente electoral de negarles el beneplácito
por no alcanzar el 1,5 por ciento del respaldo del padrón nacional.
De los 136 movimientos provinciales, 62 cumplieron el requisito exigido por la ley y 74 no completaron el porcentaje requerido.
Por otra parte, el CNE ha comenzado la capacitación de los asesores para conducir en mejores condiciones el proceso.
Sin embargo, el viejo fantasma del fraude ha comenzado a acechar, al
parecer entre quienes se sienten derrotados desde ya, cuando todavía no
ha comenzado la campaña y empiezan a proliferar las encuestas de
opinión sobre la intención del voto. |
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